Con solamente unas semanas de vida ya se ha transformado en un favorito de los huéspedes y los trabajadores.

Torres del Paine, 28 de noviembre de 2023.- Como parte del plan de reposición anual de caballos en la pesebrera del Hotel Las Torres Patagonia, 8 equinos se integraron a la tropilla hace unas semanas. Gran sorpresa se produjo entre los baqueanos, a cargo del cuidado de estos animales, cuando se percataron que otro nuevo integrante se había sumado.

El suceso ocurrió hace dos semanas, cuando “Criollita”, una de las nuevas yeguas de la tropilla, regresó junto con el grupo en la mañana luego de pasar la noche pastando con la manada. El animal venía acompañado de un pequeño potrillo con solamente horas de vida. 

Inmediatamente, los baqueanos se alertaron de esta situación al ir a buscar al grupo de caballos, y aplicaron distintos protocolos para resguardar la seguridad y el bienestar del recién nacido.

“Como medida de protección, la tropilla cuenta con 6 mulas, las cuales se dividieron en dos grupos, uno en el que 3 o 2 mulas acompañan al potrillo y las otras 3 o 4 con el grupo completo”, explica el encargado de las pesebreras de la reserva, Ramón Díaz.

Díaz relata que las mulas se utilizan para la protección de la tropilla, ya que uno de los principales depredadores de los caballos en la Patagonia es el puma. Las mulas, al ver una amenaza de este tipo, se paran firmes frente a la amenaza y protegen al grupo, lo cual ha permitido resguardar a los caballos de este tipo de ataques. 

Tal como se relata anteriormente, el parto del potrillo fue completamente natural, por lo que durante los próximos días, cuando venga el veterinario a cargo del chequeo de la salud de los caballos, hará los primeros exámenes físicos del recién nacido para descartar cualquier complejidad que pudiese tener.

El encargado de las pesebreras comenta que el especialista los orientará si es necesario aplicarle algún tipo de vitaminas o si requerirá algún cuidado especial. Pero, por el momento, se le ve sano y fuerte junto a su madre.

“Después de los 6 u 8 meses, podremos empezar con algunos protocolos de cuidado general como el limado de sus uñas”, explica Ramón Díaz, para agregar que así pueden empezar a “adaptarlo al mantenimiento que se le realiza a todos los caballos y que desarrolle una personalidad serena y mansa, y asimismo tampoco sufra algún tipo de deformidades”.

Por ahora Kikín pasa la noche junto a otros caballos y algunas mulas en el frontis del hotel, ya que así está más a la vista de sus cuidadores y el puma se aleja debido al mayor tráfico operacional que ocurre ese sector.

Kikín es el primer potrillo que ha nacido en la reserva desde hace cuatro años, y sin lugar a dudas ha captado la atención de todos en la reserva. Sin embargo, su madre es muy protectora, por lo que se recomienda apreciarlo a una distancia segura, sin que considere que está siendo amenazado.